Hollywood tiene un nuevo artista, uno que trabaja en pantalones cortos y taquillos; uno que posee una derecha espectacular; y que lleva como compañera a la responsable del éxito “Wannabe” y de la reintroducción del término “Girl Power”.
Así es, David Beckham es la nueva estrella de Hollywood, luego de firmar un contrato con Los Angeles Galaxy de la liga norteamericana de fútbol MLS (Major League Soccer). El “Spice Boy”, como cariñosamente le dicen a la estrella inglesa, recibirá la suma de 250 millones de dólares en los próximos cinco años, de los cuales solo 15 corresponderán al salario anual (3 millones anuales) y el resto en cláusulas publicitarias que ayudaran a despegar el mercadeo del “soccer” norteamericano.
La pregunta que debemos hacernos es hasta que punto esta movida de mercadeo de la MLS va a afectar las decisiones futuras de los jóvenes que tanto nos hacen disfrutar del buen fútbol. ¿Quien podrá culpar a los futbolistas del mañana por elegir este saco de verdes en vez del prestigio y las Ligas de Campeones, Copas Libertadores y ligas que ofrece el nuevo y viejo continente?
Solo espero que esto sea una secuela de la década de los 70, como cuando grandes del fútbol como Pelé, Cruyff y Beckenbauer fueron a retirarse a la difunta liga norteamericana NASL. Para que entonces podamos seguir disfrutando del fútbol como es, un arte al que le decimos deporte, y que cuando queramos jugar al marketing veamos los comerciales del Super Bowl.
Así es, David Beckham es la nueva estrella de Hollywood, luego de firmar un contrato con Los Angeles Galaxy de la liga norteamericana de fútbol MLS (Major League Soccer). El “Spice Boy”, como cariñosamente le dicen a la estrella inglesa, recibirá la suma de 250 millones de dólares en los próximos cinco años, de los cuales solo 15 corresponderán al salario anual (3 millones anuales) y el resto en cláusulas publicitarias que ayudaran a despegar el mercadeo del “soccer” norteamericano.
La pregunta que debemos hacernos es hasta que punto esta movida de mercadeo de la MLS va a afectar las decisiones futuras de los jóvenes que tanto nos hacen disfrutar del buen fútbol. ¿Quien podrá culpar a los futbolistas del mañana por elegir este saco de verdes en vez del prestigio y las Ligas de Campeones, Copas Libertadores y ligas que ofrece el nuevo y viejo continente?
Solo espero que esto sea una secuela de la década de los 70, como cuando grandes del fútbol como Pelé, Cruyff y Beckenbauer fueron a retirarse a la difunta liga norteamericana NASL. Para que entonces podamos seguir disfrutando del fútbol como es, un arte al que le decimos deporte, y que cuando queramos jugar al marketing veamos los comerciales del Super Bowl.
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